En primer lugar, las participantes pintaron la uña de un solo color. Esta primera capa hacía de base. Posteriormente, gracias a las diferentes herramientas que aportó la tallerista, las jóvenes pueden hacer una línea, un dibujo o cualquier otro motivo. Para eso, podían utilizar como referencia las muestras que proporcionó la monitora o hacer una interpretación libre.
En definitiva, todas las integrantes en el taller aprendieron que cada capa o dibujo necesitaba estar unos segundos en la lámpara de secado, consiguiendo así unas decoraciones de uñas muy originales, atrevidas y perfectas.